16 de octubre de 2012: Primer post hecho página y en constante revisión.
Desde un tiempo a esta parte pienso que todos los individuos tiene de sí mismos una alta estima. Estima que le hace creer que sus ideas son buenas y originales y, por lo tanto, dignas de ser compartidas con el resto de los mortales.
Sin embargo la inmensa mayoría estamos sumergidos en una pastosa mediocridad debido a la cual no tuvimos, tenemos, ni tendremos una idea buena ni original en toda nuestra perra vida. Es así. Que va hacerle.
Consciente entonces de no superar la mediocridad general, me zambullo en la blogósfera para opinar sobre lo opinado, escribir sobre lo escrito, proponer lo propuesto, postular lo postulado... etc. Generalizando: voy a (infinitivo conveniente) lo (participio correspondiente) por gente bien pulenta y también, porqué no, a esputarle en la cara a cualquiera de los grosos un "tu no has (participio) nada".
Opinar tiene sus riesgos. Es obvio que una persona famosa se exponen mucho más que un desconocido. Sin embargo cualquiera se puede ver afectado en sus múltiples entornos al herir alguna susceptibilidad mediante una opinión que intenta diferenciarse del sentido común. En mi caso, el entorno laboral no es muy amigable para con mi manera de ver el mundo. Entonces para evitar cualquier posibilidad de ser escupido en el bello rostro, guardo celosamente mi falsa identidad: Juan Carlos Petruza filántropo de Ciudad Gótica, el alter ego de El Pulpo Verde.
¿Porqué esté blog? Porque puedo y porque quiero. Porque se me antoja diría Bart Simpson. Si señor. No tengo ni tendré nada interesante o novedoso que expresar. No señor. Pero igual lo haré. Y, como versa el encabezado del blog, haré uso y abuso de la horrible auto referencia para escribir básicamente sobre cualquier cosa.
Bienvenido es entonces el que lea este blog y agradecidos serán sus comentarios.
Saludos cordiales a toda Ciudad Gótica.
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Moderensen